miércoles, 10 de diciembre de 2008

Me doy por vencida


Puedo hacer miles de cosas pero estoy segura que nunca voy a tener suerte en el amor. Cada vez que digo que puedo cambiar esto, modificar aquello, termino teniendo una suerte de facilismo. Soy insegura, orgullosa, histérica y celosa. Pero la vida te demuestra todos los días que cada situación en la que sentías que tu corazón estaba por escaparse de tu cuerpo, que cada maravilloso segundo que pasabas con esa persona a la que llamabas especial, que cada abrazo, cada sonrisa, cada rozar de pieles intenso en el que sentías que tu alma podía cantar en silencio en tu cuerpo y hacerle cosquillas a tus labios, que todo eso vale la pena.
El amor es efímero, lo dije y lo repito, pero esos instantes son como pequeñas reliquias, pequeños zafiros que se van guardando en nuestra memoria.
Esforzarme por ocultar los celos, por no decir nada que hiera a la otra persona, que la lastime, a veces siento que todo eso no vale y no valió nunca la pena.
Me hago promesas que nunca cumplo, y cada vez que miro atrás en mi pasado me doy cuenta que siempre me fue mal. Siempre soy la psicóloga de todos y de todas, hasta de las personas que ni conozco, termino escuchando sus problemas con novias/os y ex novios/as, y ¿yo cuando?, ¿quién me escucha a mi?
Imagine futuros con personas a las que luego me di cuenta que no conocía en su totalidad.
A veces ni yo misma me conozco, todas las máscaras que escondo en mi placard, y las poesías, y las noches sin descansar las pupilas pensando en alguien más.

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